El COLESTEROL: LA MUERTE DE UNA TEORÍA QUE HA CAUSADO MUCHO DAÑO: la industria ha triunfado, los pacientes no.

Aunque durante años muchas personas e instituciones hemos denunciado como falsa y oportunista la teoría que convertía en culpable de la enfermedad cardiovascular al colesterol, parecía que nunca llegaría la hora de la verdad. Sin embargo, cada vez son más las publicaciones de alto nivel que demuestran la falacia de la teoría. La última ni más ni menos pertenece a la Real Sociedad Farmacéutica Británica, que confirma que la teoría del colesterol como causa de enfermedad
cardiovascular está muerta* y por tanto el uso de estatinas (los fármacos anticolesterol) no está indicado en la prevención de la enfermedad cardiovascular. De hecho, de acuerdo con esta institución, la prescripción de estatinas se está desplomando en el mundo.

La conclusión, después de años prescribiendo estatinas y de hacer todavía mas ricas a las muy ricas compañías farmacéuticas, es que NO hay evidencias consistentes de los beneficios clínicos, especialmente en prevención primaria (prevención para no tener infartos), y que en la prevención secundaria (prevención para que no vuelva a ocurrir un infarto) la prolongación de la vida después de muchos años de tomar estos fármacos, solo es de 4 días.

Según este artículo, el descenso de las LDL (el colesterol malo) por medio de estatinas, que ha sido el tratamiento de elección para prevenir las cardiopatías durante décadas, no demuestra ninguna ventaja sobre los cambios en el estilo de vida. De hecho, según el estudio Lyon, una de las últimas puntillas a la teoría del colesterol, la dieta mediterránea baja tanto la mortalidad post infarto como la mortalidad por todas las causas, a pesar de que no se reducen las LDL.

Ya se dice abiertamente que se ha exagerado el beneficio de estos fármacos, mientras se han infravalorado los riesgos. Y aún peor, el propio informe indica que “los ensayos clínicos de las estatinas han estado marcadas por el patrocinio de la industria influido por el engaño estadístico y corrompida por metodología fraudulenta”.

La conclusión del artículo es demoledora: Dejar de tomar estatinas puede, “paradójicamente”, salvar más vidas y mejorar la calidad de vida de los que tomas estos fármacos. O como decía Juan Gervás, “sea feliz, no se mida el colesterol”.





Dra. María José Hernández Ortiz